La Batalla entre el Emperador Amarillo y Chi You
Mitología china
Hace muchísimo, muchísimo tiempo, cuando las montañas eran jóvenes y los ríos cantaban canciones nuevas, vivía en China un líder muy bueno y sabio llamado Emperador Amarillo. A él le gustaba que todos vivieran felices, que tuvieran comida y casas bonitas.
Pero no muy lejos de allí, había otro líder llamado Chi You. Chi You era muy fuerte, un poco gruñón, y tenía cuernos en la cabeza, ¡imagínense! Era el jefe de una tribu muy guerrera y a veces, Chi You quería ser el jefe de todos, ¡de todas las tierras!
Un día, Chi You pensó: "¡Voy a ser el rey de todo!". Y juntó a sus guerreros, que eran muy feroces y tenían armas hechas de metal brillante, para ir a pelear contra el Emperador Amarillo.
El Emperador Amarillo no quería pelear, pero tenía que proteger a su gente. Así que también reunió a sus valientes soldados. ¡La gran batalla iba a comenzar!
Chi You era muy astuto. De repente, ¡zas!, hizo aparecer una niebla súper espesa. ¡Nadie podía ver nada! Los soldados del Emperador Amarillo estaban confundidos, no sabían para dónde ir. "¡Oh, no!", pensaron.
Pero el Emperador Amarillo era muy inteligente. "¡Ajá!", dijo. Y rápido, rápido, inventó un carro muy especial. Este carro tenía una pequeña figura en la parte de arriba que siempre, siempre señalaba hacia el sur, sin importar para dónde se moviera el carro. ¡Era como una brújula mágica! Con este "carro que señala al sur", sus soldados pudieron encontrar el camino en medio de la niebla y seguir luchando.
Chi You se enojó un poco porque su truco de la niebla no funcionó tan bien. Entonces, llamó a sus amigos, los espíritus de la lluvia y el viento, para que lloviera muchísimo y hubiera grandes tormentas. ¡Plaf, plof, caía el agua!
Pero el Emperador Amarillo también tenía amigos poderosos. Llamó a una amiga muy especial, la Dama de la Sequía. Ella era una espíritu que podía hacer que el sol brillara muy fuerte y secara todo. La Dama de la Sequía sopló y sopló, y el sol salió con fuerza, ¡adiós nubes de tormenta! El campo de batalla se secó.
Además, un gran dragón con alas, amigo del Emperador Amarillo, llamado Yinglong, vino volando para ayudar. ¡Imaginen un dragón luchando!
La batalla fue muy emocionante. Hubo mucho ruido, ¡pero no de gritos feos, sino de valentía! Los soldados del Emperador Amarillo, con su carro inteligente y la ayuda de sus amigos mágicos, lucharon con mucho coraje.
Finalmente, después de mucho esfuerzo, el Emperador Amarillo y sus valientes guerreros ganaron la batalla. Chi You entendió que no podía ser el jefe de todos a la fuerza.
Y así, el Emperador Amarillo siguió cuidando de su pueblo, enseñándoles muchas cosas útiles, como construir casas mejores, cultivar la tierra para tener más comida y escribir. Todos vivieron más tranquilos y contentos, aprendiendo y trabajando juntos gracias a su sabio y valiente líder.
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