Una mañana, en Asgard, la casa de los dioses, Thor, el dios del trueno, se estiró y buscó algo muy importante. ¡Su martillo mágico, Mjolnir, no estaba! Thor se preocupó mucho. Sin Mjolnir, no podía proteger a nadie de los gigantes traviesos.

Llamó a su amigo Loki, que era muy astuto. "Loki," dijo Thor, "¡alguien ha robado mi martillo!"
Loki pensó un momento y dijo: "Creo que sé quién fue. ¡Los gigantes! Necesitamos ir a la tierra de los gigantes. Pediremos prestada la capa de plumas de Freya, la diosa de la belleza, para volar rápido."

Así lo hicieron. Loki, con la capa mágica, voló hasta la tierra de los gigantes y encontró a Thrym, el rey de los gigantes.
"Thrym," dijo Loki, "¿tienes el martillo de Thor?"
Thrym rio. "Sí, lo tengo. Y solo lo devolveré si Freya se casa conmigo."

Loki volvió volando y les contó la noticia. Cuando Freya escuchó que tenía que casarse con un gigante, ¡se enojó muchísimo! "¡Nunca!", gritó, y su collar especial tembló de tanta furia.

Los dioses se reunieron. ¿Qué podían hacer? Entonces, Heimdall, el guardián de los dioses, tuvo una idea. "Thor," dijo, "tú te vestirás de novia, como si fueras Freya. Iremos a la boda y recuperaremos el martillo."

Thor no quería. "¡Un vestido de novia! ¡Qué vergüenza!", exclamó.
Pero Loki le dijo: "Es la única manera, Thor. Si no, los gigantes nos atacarán y no tendremos cómo defendernos."
Así que Thor, refunfuñando, aceptó.

Le pusieron a Thor un vestido largo, un velo y joyas. ¡Parecía una novia muy grande y fuerte! Loki se vistió de doncella para acompañarlo. Juntos, viajaron a la tierra de los gigantes para la "boda".

En la fiesta, Thrym estaba feliz de ver a su "novia". Pero "Freya" (o sea, Thor) empezó a comer. ¡Comió un buey entero! ¡Muchos salmones! ¡Todos los pasteles! Y bebió tres barriles de hidromiel, una bebida dulce de los dioses.

Thrym se sorprendió. "¡Vaya! ¡Qué hambre tiene mi novia!", dijo.
Loki, muy rápido, contestó: "Es que estaba tan emocionada por casarse contigo que no comió nada en ocho días."

Luego, Thrym quiso darle un beso a "Freya". Levantó el velo y vio unos ojos brillantes y feroces. ¡Eran los ojos de Thor! Thrym saltó hacia atrás.
"¿Por qué tiene esos ojos tan fieros?", preguntó.
Loki, otra vez, dijo: "Es que estaba tan emocionada que no durmió en ocho noches, pensando en ti."

Finalmente, Thrym dijo: "¡Traigan el martillo Mjolnir para bendecir nuestra unión!". Pusieron el martillo en el regazo de la "novia".
En cuanto Thor sintió su Mjolnir, ¡zas! Se arrancó el velo y el vestido. ¡Era Thor!

Agarró su martillo con fuerza y, ¡plaf, plof!, empezó a dar martillazos a todos los gigantes, empezando por Thrym. ¡Ningún gigante quedó en pie!
Thor y Loki recuperaron el martillo y volvieron a Asgard, donde todos celebraron.

Y así fue como Thor, con un poco de ayuda y un vestido muy elegante, recuperó su poderoso martillo.

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