En la antigua China, en un pueblo junto al mar llamado Chentang, vivía un general llamado Li Jing. Él y su esposa esperaban un bebé con mucha ilusión. Pero cuando llegó el momento, ¡sorpresa! En lugar de un bebé normal, apareció una especie de pelota redondita. El general Li Jing se asustó un poco, ¡pero de la pelota saltó un niño! Era Nezha.

Poco después, un sabio inmortal llamado Taiyi Zhenren vino a visitarlo. Vio que Nezha era especial y le regaló dos tesoros mágicos: un aro dorado llamado Aro del Universo y una cinta roja brillante llamada Faja Celestial Roja. Nezha creció rápido, era juguetón y muy fuerte.

Un día hacía mucho, mucho calor. Nezha pensó: "¡Qué bueno sería refrescarse en el mar!". Así que fue a la orilla y metió su Faja Celestial Roja en el agua para jugar. La agitó un poquito, ¡pero la faja era tan poderosa que creó olas enormes! Tan grandes eran las olas que hicieron temblar el palacio del Rey Dragón del Mar del Este, que vivía en el fondo del océano.

El Rey Dragón se enfadó muchísimo. "¿Quién se atreve a mover mi casa?", rugió. Envió a uno de sus guardias más feroces, un yaksha llamado Li Gen, a ver qué pasaba. Li Gen salió del agua y vio a Nezha jugando.
"¡Niño! ¿Cómo te atreves a molestar al Rey Dragón?", gritó el yaksha.
Nezha, que solo se estaba divirtiendo, no se asustó. Tomó su Aro del Universo y ¡pum! Golpeó al yaksha, que no esperaba que un niño fuera tan fuerte, y lo venció.

Cuando el Rey Dragón se enteró, se puso aún más furioso. "¡Ha vencido a mi mejor guardia! ¡Esto no puede ser!", bramó. Entonces envió a su tercer hijo, el príncipe Ao Bing, que también era un dragón.
Ao Bing salió del mar con gran estruendo y le dijo a Nezha: "¡Pagarás por lo que hiciste!".
Nezha, valiente como siempre, respondió: "¡Yo solo estaba jugando, ustedes vinieron a molestarme!".
Lucharon con todas sus fuerzas. Ao Bing lanzaba chorros de agua y Nezha usaba su aro y su faja. Al final, Nezha, con su agilidad y sus tesoros mágicos, también venció al príncipe dragón.

El Rey Dragón del Mar del Este no podía creerlo. Lleno de ira, fue volando hasta la casa de Nezha y amenazó al general Li Jing: "¡Tu hijo ha causado muchos problemas! ¡Si no me lo entregas para castigarlo, inundaré todo el pueblo de Chentang y todos sufrirán!".
La gente del pueblo tuvo mucho miedo. Nezha vio la tristeza de sus padres y el temor de la gente. Aunque era un niño, era muy valiente y justo. No quería que nadie sufriera por su culpa.
Así que dio un paso al frente y dijo: "Yo soy el responsable. No castiguen a mi familia ni al pueblo. Yo me enfrentaré a las consecuencias". Fue un momento muy difícil, pero Nezha demostró un gran coraje para proteger a los demás.

Pero la historia de Nezha no terminó ahí. Su maestro, el sabio Taiyi Zhenren, que sabía lo valiente y bueno que era Nezha en el fondo, usó raíces y flores de loto mágicas para darle a Nezha un nuevo cuerpo, ¡aún más fuerte y poderoso que antes! Ahora Nezha estaba hecho de loto, ¡un héroe de loto!

Con su nuevo cuerpo de loto, Nezha se sintió lleno de energía. Voló sobre sus nuevas Ruedas de Viento y Fuego, que también le dio su maestro, y fue a buscar al Rey Dragón.
Esta vez, el Rey Dragón se sorprendió al ver a Nezha, ¡más brillante y fuerte que nunca! Lucharon de nuevo, pero el Rey Dragón no pudo hacer nada contra el nuevo y poderoso Nezha. Nezha lo persiguió por los cielos hasta que el Rey Dragón, cansado y asustado, prometió que nunca más volvería a amenazar al pueblo de Chentang ni a causar problemas injustamente.

Y así, Nezha, el niño de loto, se convirtió en un gran héroe, conocido por su valentía y por proteger a la gente de cualquier peligro. Y todos en Chentang pudieron vivir tranquilos y felices, gracias al pequeño pero increíblemente valiente Nezha.

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