Las dos vasijas
Fábulas de Esopo
Un día, después de una lluvia que parecía no tener fin, un río grande y marrón empezó a crecer y crecer. Tanto creció que se salió de su camino y comenzó a llevarse todo lo que encontraba.
Por allí cerca, en la cocina de una casita, vivían dos cacharros muy diferentes. Uno era una vasija de barro, sencilla y un poco tímida. El otro era una olla de latón, fuerte, brillante y bastante orgullosa de ser tan resistente.
Cuando el agua del río entró con fuerza en la casa, ¡zas!, arrastró a los dos cacharros hacia la corriente.
—¡Huy, qué mareo! —dijo la vasija de barro, mientras daba vueltas en el agua.
La olla de latón, que flotaba con más seguridad, vio a su compañera y le gritó con su voz metálica:
—¡Eh, amiga vasija! ¡Qué lío! ¿Por qué no nos juntamos? Si viajamos pegaditas, estaremos más seguras. Yo soy fuerte, si algo nos golpea, te puedo proteger un poco.
La vasija de barro lo pensó un instante. La idea sonaba bien al principio, pero luego imaginó las olas, los troncos flotando, y cómo podrían chocar.
—Mmm, muchas gracias por tu amabilidad, amiga olla —respondió la vasija con su vocecita suave—. Eres muy generosa, pero creo que es mejor que mantengamos un poquito de distancia.
—¿Distancia? ¿Pero por qué? —preguntó la olla de latón, un poco extrañada—. ¡Juntas es mejor!
—Bueno —explicó la vasija de barro con calma—, es que tú eres muy, muy fuerte y yo soy… pues, de barro. Si las aguas nos empujan y chocamos, aunque sea sin querer, a ti no te pasaría nada. Pero yo… ¡ay de mí! Me rompería en mil pedacitos. Prefiero flotar solita, con cuidado, y así evitar cualquier golpe.
La olla de latón se quedó callada un momento, pensando. ¡La vasija tenía toda la razón! Un pequeño golpe para ella sería un desastre para su frágil amiga.
—Entiendo —dijo finalmente la olla de latón—. Tienes razón, es lo más sensato.
Y así, cada una siguió su camino por el río revuelto, la olla de latón confiando en su dureza y la vasija de barro avanzando con mucha prudencia, sabiendo que a veces, es mejor ir con cuidado y elegir bien las compañías para no salir lastimado.
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