• La sombra del arco hecha serpiente

    Fábulas chinas
    Imaginen una fiesta llena de risas y comida deliciosa. El anfitrión, un señor muy amable llamado Señor Alegre, había invitado a su amigo, el Señor Preocupado, a pasar un buen rato.

    Señor Alegre le sirvió a su amigo una copa de zumo de uva fresquito. ¡Qué rico se veía! Pero justo cuando Señor Preocupado iba a beber, ¡zas! Vio algo raro en su copa. Parecía una pequeña serpiente nadando en el zumo.

    Señor Preocupado no quería ser maleducado y decirle a su amigo que había una serpiente en su bebida. Así que, cerró los ojos fuerte, ¡glup, glup, glup!, y se bebió todo el zumo, ¡serpiente y todo!

    Al día siguiente, Señor Preocupado se despertó sintiéndose muy mal. Le dolía la barriga y pensaba: "¡Oh, no! ¡Seguro que fue la serpiente que me tragué!". Estaba tan asustado que no quería ni comer.

    Señor Alegre se enteró de que su amigo estaba enfermo y fue a visitarlo. "¿Qué te pasa?", le preguntó. Señor Preocupado le contó lo de la serpiente en el zumo. Señor Alegre se quedó pensando. "Qué extraño", dijo. Volvió a su casa y miró la mesa donde habían estado sentados. Miró la copa, miró la pared...

    ¡Y entonces lo vio! En la pared, justo encima de donde se había sentado Señor Preocupado, colgaba un arco de madera pintado de rojo. ¡La forma del arco, cuando le daba la luz, hacía una sombra en la copa que parecía una serpiente!

    Señor Alegre corrió a casa de Señor Preocupado. "¡Amigo, amigo!", le dijo. "¡No te tragaste ninguna serpiente!". Lo llevó de vuelta a su casa, le sirvió otro zumo en la misma copa y le mostró cómo la sombra del arco rojo en la pared hacía que pareciera una serpiente en el líquido.

    Señor Preocupado miró, y miró otra vez. ¡Era verdad! Se echó a reír. ¡Qué susto se había llevado por una simple sombra! De repente, su dolor de barriga desapareció y se sintió mucho mejor.

    Y así, Señor Preocupado aprendió que a veces nuestra imaginación nos juega trucos, y es bueno mirar bien antes de asustarse.

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