El perro y la sombra
Fábulas de Esopo
En un día lleno de sol y alegría, un perrito muy contento encontró un trozo de carne grande y sabroso. ¡Qué suerte! Caminaba feliz con su tesoro en la boca, pensando en el festín que se iba a dar.
Llegó a un puente que cruzaba un río tranquilo. Mientras cruzaba, miró hacia abajo y ¡zas! vio a otro perro en el agua. Este perro también llevaba un trozo de carne en la boca. Y, a los ojos de nuestro perrito, ¡parecía aún más grande y jugoso que el suyo!
Nuestro perrito pensó: "¡Vaya! ¡Ese trozo es mucho mejor! ¡Lo quiero para mí! Así tendré dos".
Entonces, para asustar al otro perro y quitarle su carne, abrió la boca bien grande para ladrarle con todas sus fuerzas: "¡GUAU!".
Pero, ¡ay! Al abrir la boca, su propio trozo de carne se cayó. ¡Pluf! Hizo un ruidito al chocar con el agua y se hundió rápidamente, desapareciendo en el fondo del río.
El perrito miró el agua, pero el otro perro y su carne también habían desaparecido, ¡porque solo era su reflejo!
Así, el perrito glotón, por querer más de lo que tenía, se quedó sin nada. Se fue triste y con la barriga vacía, aprendiendo que a veces, por querer demasiado, podemos perderlo todo.
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