Hace mucho tiempo, en la antigua China, había un rey muy valiente del estado de Qi. Un día, este rey y sus soldados fueron a luchar contra un reino vecino. ¡Y ganaron! Pero la batalla fue lejos, muy lejos.

Cuando empezaron su viaje de regreso, era primavera y todo estaba verde y florido. Pero tardaron tanto en volver que, cuando casi llegaban a casa, ¡ya era invierno! La nieve cubría los caminos y el viento soplaba con fuerza. De repente, se dieron cuenta de algo terrible: ¡Estaban perdidos! Los soldados estaban cansados, tenían mucho frío y no sabían por dónde ir. Daban vueltas y vueltas, pero el paisaje era siempre el mismo, un laberinto de montañas y valles desconocidos.

El rey estaba muy preocupado. Entonces, uno de sus consejeros más sabios, un hombre llamado Guan Zhong, tuvo una idea brillante. "Majestad," dijo con calma, "los caballos viejos a veces recuerdan caminos que han recorrido antes, incluso si fue hace mucho tiempo. Quizás uno de nuestros caballos más viejos pueda ayudarnos a encontrar el camino a casa."

Al rey le pareció una buena idea. Buscaron entre todos los caballos y encontraron uno que era muy, muy viejo. Ya no era tan fuerte para las batallas, pero había viajado mucho con el ejército en años anteriores. Soltaron las riendas del caballo viejo y todos lo observaron en silencio, con mucha esperanza.

El caballo viejo olfateó el aire, miró a su alrededor con sus ojos sabios, y después de un momento, ¡empezó a caminar con decisión por un sendero que nadie había visto! Parecía saber exactamente a dónde iba.

"¡Sigámoslo!" gritó el rey, lleno de ánimo. Y así lo hicieron. El rey, Guan Zhong y todos los soldados siguieron al caballo viejo. Caminaron y caminaron, subiendo colinas y cruzando valles nevados, y después de un buen rato, ¡sorpresa! El caballo los llevó directamente al camino correcto que los conducía de vuelta a su reino.

¡Qué alegría sintieron todos! Estaban a salvo y todo gracias a la experiencia y la memoria del caballo viejo. Desde ese día, la gente aprendió que a veces, los más viejos y con más experiencia, como el sabio caballo, tienen conocimientos muy valiosos que pueden ayudar a todos en momentos difíciles.

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