• Las dos monedas

    Cuentos de los Hermanos Grimm
    Esta es la historia de una niña que no tenía casi nada, pero tenía un corazón enorme. Sus papás ya no estaban, y vivía solita, con lo puesto y un pedacito de pan que alguien le había dado. Como era muy buena y confiaba en que todo saldría bien, decidió salir a ver mundo.

    No había andado mucho cuando vio a un señor muy pobre que le dijo: "Ay, niñita, tengo tanta hambre. ¿No tendrás algo para mí?". La niña, aunque solo tenía ese pedacito, se lo dio entero. "Tome, buen hombre", le dijo.

    Siguió caminando y se encontró con un niño que lloraba de frío. "Mi cabeza está helada", decía. La niña no lo pensó dos veces y se quitó su gorrito para dárselo.

    Más adelante, otro niño temblaba sin parar. "¡Qué frío hace sin chaqueta!", se quejaba. La niña se quitó su chaquetita y se la puso al niño.

    Y un poco después, vio a una niña que solo llevaba una camisita delgada y tiritaba. "No tengo vestido", susurró. La niña, sin dudar, le dio su propio vestido.

    Ahora la niña estaba en medio del bosque, sin nada de nada, solo con su ropita interior. Empezaba a oscurecer y hacía un poco de frío, pero ella no estaba triste, porque había ayudado a los demás.

    De repente, ¡zas! Las estrellas del cielo empezaron a caer una por una. Pero no eran estrellas de verdad, ¡eran monedas de oro brillante! Caían y caían a sus pies. Y al mismo tiempo, sintió que llevaba puesta una camisa nueva, hecha de la tela más suave y fina que te puedas imaginar.

    La niña recogió todas las monedas de oro. ¡Había muchísimas! Con ese tesoro, nunca más pasó hambre ni frío, y pudo seguir ayudando a quien lo necesitara, porque su corazón seguía siendo igual de grande.

    1752 Vistas