En un pueblito no muy lejano, vivía un papá con sus tres hijos. El papá ya era mayor y pensaba: "¿A quién le dejaré mi casita cuando yo no esté?". Quería que fuera para el más listo y trabajador.

Así que un día los llamó y les dijo: "Hijos míos, vayan por el mundo, aprendan un oficio muy bien, y el que sea el mejor, se quedará con la casa".

El primer hijo decidió ser barbero. Aprendió tanto que podía afeitar a una liebre mientras corría por el campo, ¡sin hacerle ni un rasguño! Y también podía afeitar la cáscara de un huevo sin romperlo. ¡Qué habilidad!

El segundo hijo quiso ser herrero. Se volvió tan bueno que podía ponerle herraduras a un caballo mientras galopaba a toda velocidad. ¡Plac, plac, plac, y listo!

El tercer hijo eligió ser espadachín. Practicó tanto con su espada que, si llovía mucho, él podía luchar y moverse tan rápido que ni una gota de agua lo tocaba.

Pasó el tiempo y los tres hermanos regresaron a casa. El papá estaba muy contento de verlos.

Primero, el barbero. Justo en ese momento, una liebre pasó corriendo. ¡Zas! El barbero la afeitó en un instante y la liebre siguió su camino, fresquita y sin un pelo de más.

Luego, el herrero. Un carruaje pasó velozmente. El herrero corrió, y en un abrir y cerrar de ojos, le puso herraduras nuevas a uno de los caballos sin que el carruaje se detuviera.

Finalmente, el espadachín. De repente, empezó a llover. El espadachín sacó su espada y empezó a moverse, a dar giros y saltos. Cuando la lluvia paró, ¡estaba completamente seco!

El papá estaba asombrado. "¡Mis hijos son increíbles!", pensó. Pero, ¿quién es el mejor? El barbero es muy delicado, el herrero es muy fuerte y rápido, y el espadachín es muy ágil. No podía decidirse. Todos eran maravillosos en lo suyo.

Así que les dijo: "Hijos, los tres son tan buenos que no puedo elegir a uno solo. ¿Qué tal si viven todos juntos en la casa y se ayudan mutuamente?".

A los hermanos les pareció una idea genial. Y así fue como los tres hermanos vivieron felices en la casita, cada uno con su talento especial, compartiendo y cuidándose.

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