La golondrina y el cuervo
Fábulas de Esopo
Un día, con el cielo azul y el sol calentando la tierra, una Golondrina muy elegante se encontró con un Cuervo de plumas negras y aspecto serio.
La Golondrina, que acababa de llegar con la primavera, volaba de un lado a otro, luciendo sus plumas brillantes y su vuelo rápido. Al ver al Cuervo posado tranquilamente en una rama, se acercó y le dijo con un poquito de orgullo:
"¡Hola, amigo Cuervo! ¡Qué día tan lindo! Perfecto para mí, con mis plumas que brillan como el sol y mi agilidad para volar. ¿No crees que soy el ave más afortunada y hermosa?"
El Cuervo la miró con sus ojos oscuros y respondió con calma: "Eres muy bonita, Golondrina, y vuelas muy rápido, es verdad. La primavera te sienta muy bien."
"¡Claro que sí!" continuó la Golondrina, inflando un poco el pecho. "Además, la gente me quiere mucho. Hago mi nido cerca de sus casas, les traigo la alegría de la primavera. Tú, en cambio... bueno, tus plumas son un poco oscuras, ¿no? Y siempre te veo buscando comida por el campo, sin importar si hace frío o calor."
El Cuervo no se molestó. "Mis plumas son oscuras y fuertes, sí," dijo el Cuervo. "Y mi comida es sencilla. Pero estas plumas me protegen muy bien cuando llega el frío invierno. Cuando tú tienes que volar muy, muy lejos, cruzando mares y montañas para escapar de la nieve y el hielo, yo me quedo aquí. Con mis plumas fuertes y mi capacidad para encontrar alimento, puedo soportar el invierno sin problemas."
La Golondrina se quedó un momento en silencio. "Pero... pero la primavera es mucho más divertida y bonita," insistió, aunque ya no con tanta seguridad.
"La primavera es hermosa, sin duda," concedió el Cuervo. "Pero la fortaleza para aguantar los tiempos difíciles también tiene su belleza y su importancia. Mis plumas no serán tan llamativas como las tuyas bajo el sol de primavera, pero me mantienen abrigado y seguro cuando el viento frío sopla y todo se cubre de blanco."
La Golondrina se quedó pensando. Quizás tener plumas brillantes y volar rápido era bueno para la primavera, pero ser fuerte y resistente como el Cuervo, capaz de enfrentar cualquier clima, también era algo muy valioso.
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