• Los perros de Shu ladran al sol

    Fábulas chinas
    Imagina un lugar llamado Shu, donde el cielo casi siempre estaba cubierto de nubes. Era como si una manta gris y suave estuviera siempre extendida por encima de las montañas y los campos. Por eso, el sol era un visitante muy, muy raro.

    Los perritos que vivían en Shu estaban acostumbrados a los días nublados. Jugaban a la sombra, olfateaban bajo la niebla y dormían siestas largas sin que ningún rayo de sol les molestara. Para ellos, el mundo era así, tranquilo y un poco oscuro.

    Un día, ¡zas! Algo increíble pasó. Las nubes decidieron tomarse unas vacaciones y se fueron flotando a otra parte. De repente, un círculo enorme, amarillo y muy brillante apareció en el cielo. ¡Era el sol, en todo su esplendor!

    Los perritos de Shu nunca habían visto algo tan luminoso. Primero, se quedaron con la boca abierta y las orejas tiesas.
    "¡Guau!", ladró un perrito pequeño. "¿Qué es esa pelota de fuego gigante?"
    "¡Guau, guau!", respondió otro, escondiéndose detrás de un árbol. "¡Brilla demasiado! ¡Me da susto!"
    Pronto, todos los perros de Shu empezaron a ladrar al sol. Le ladraban con fuerza, como si quisieran ahuyentar a ese desconocido tan brillante y caliente que había invadido su cielo.

    Justo en ese momento, pasaba por Shu un viajero que venía de una tierra muy lejana donde el sol salía casi todos los días. Cuando escuchó el concierto de ladridos, se acercó curioso. Al ver a todos los perros ladrándole al sol con cara de espanto, al viajero le dio un poquito de risa.

    "Pequeños amigos", les dijo con una sonrisa amable, "no tienen por qué tener miedo. Eso que brilla tanto es el sol. En mi tierra, lo vemos todos los días y nos da calorcito y alegría. ¡Es nuestro amigo!"

    Los perros de Shu dejaron de ladrar por un momento y miraron al viajero, luego al sol, y otra vez al viajero, un poco confundidos. Quizás esa cosa brillante no era tan mala después de todo.

    Y así, el viajero entendió que lo que para él era normal y bonito, para los perritos de Shu era algo nuevo y un poco alarmante, simplemente porque no estaban acostumbrados a verlo. ¡Qué curioso es el mundo!

    1510 Vistas